9/6/10

09/06/10 (13:15 -13:45) - "RECOMPONIENDO" CON TROCITOS

Motivado por la música. Motivado por una canción que me permite identificarme. Motivado por esa melodía que aparece en mi cabeza si quiero recordarte. Motivado por lo que siento. Me decido a dedicarte algo especial, para que lo guardes en tu corazón y en tus recuerdos. Para que si quieres recordarme en algún momento que te gustaría que estuviese hay, junto a ti, puedas hacerlo con oír simplemente esa canción. O con leer simplemente estas palabras. Esa canción, que tú me has traído y yo acepte cogerla, que para mí siempre tendrá un significado y una interpretación especial.

Y es que CON TROCITOS de las cosas buenas que fuimos viviendo día tras día, sobre todo durante nuestras comidas juntos y las sobremesas de después, fuiste capaz de ir juntando detalles muy importantes para mí. Detalles que generaban ilusión y deseo, detalles que generaban una esperanza de conseguir llegar a la caja fuerte de tu corazón. Y si juntamos estos pedacitos y les pongo tu voz cualquier persona seria capaz de verme en aquella situación con una sonrisa de felicidad.

Y es que, con algunas cosas que me fuiste dando, yo, sin darme cuenta, fui haciendo pequeños tus males. Te estuve apoyando y ayudando mostrándome tal cual soy, consiguiendo alejar esos malos sentimientos para que consiguieras ser feliz. Aunque, bien es cierto, nunca nos paramos a entender todo aquello ni darnos cuenta (sobre todo yo) de lo verdadera grandeza de lo que iba sucediendo. Pero llegados a este punto, en el que todo paso, recordarlo nos hace sentir extraños y solo podemos sonreír por lo bonitos que fueron todos esos TROCITOS compartidos.

Porque a pesar de que fueron pocos momentos, fueron tan intensos que parecen tantos como para hacer una novela de montones de páginas. Momentos que fueron consiguiendo que nos acercáramos, que fuéramos conectando, sin buscarlo en muchas ocasiones. Acercándonos hasta tal punto de llegar a dejar clara la intención para poder ver claramente como era nuestra relación, en conjunto, y nuestra posición de cada uno en esta.

Y por supuesto que todo esto surgió porque los dos tenemos un corazón que no nos cabe en el pecho, que irradia cariño y amor. Corazón que aumenta sus latidos gracias a que estamos caminando paralelos por nuestros caminos, llegándonos a entender sin decir una sola palabra.

Por eso, llegados a este punto del camino, a pesar de la distancia que dentro de poco nos separará, estaremos atentos a perseguirnos mutuamente para que la distancia sea más corta. Y para ello no pararemos de imaginarnos oír nuestras voces, sobre todo en aquellos TROCITOS de momentos vividos juntos. Y nuestro recuerdo se basará en recordar cómo nos sentíamos juntos. Y constantemente reinventaremos los motivos para poder estar cerca, para seguir caminando paralelos, aunque no sepamos que decir. Sobre todo, decir algo que suene con sentido. Sabiendo que todo esto ha pasado porque hemos estado el uno al lado del otro, viviendo con mucha intensidad algunos TROCITOS del camino.

Por último, recuerda aquel momento en que yo te conté lo que sentía y tú no me creías. Y te pedí que confiases en mí con los ojos cerrados y me siguieras viendo igual que antes, porque yo lo aceptaba a pesar de todo. Y aquel día que, hablando íntimamente, pudimos salir de ese escondite, que vimos en el camino, donde decidimos refugiarnos durante una tarde. Saliendo uno a uno, para después volver a juntarnos fuera y seguir caminando paralelos. PORQUE DESEO QUE NUESTROS CAMINOS SIGAN ESTANDO PARALELOS Y ASI PODER SEGUIR COMPARTIENDO JUNTO A TI MUCHOS TROCITOS DURANTE MUCHO TIEMPO.

09/06/10 (01:30 – 01:38) - ROMPIENDO EL MURO

Y llegado a este punto solo falta por sacar la rabia. Rabia que se acumula de manera interna, hacia mismo y que me está haciendo daño. Porque aunque pueda tener momentos de iluminación y placer, tengo también mis momentos de bajada y choque contra lo que siento. Y la rabia genera muchas preguntas. Y la rabia genera demasiadas dudas. Y la rabia no permite dar respuesta. Y la rabia no facilita la salida. Pero la rabia forma parte del proceso. Lo conozco y la reconozco, y por eso tiene que salir, para dar pie a continuar con el proceso de duelo.
Y es que de nuevo tengo un duelo por no tener lo que nunca tuve. Duelo por perder la ilusión, el deseo, que me pertenecían, que eran míos, que me motivaban a continuar día a día. Ilusión y deseo que fueron aumentando paso a paso, con cada acción mía y cada acción hacia mí. Ilusión y deseo que de pronto se chocan contra una pared de hormigón, de frente, sin herramienta alguna que amortigüe el golpe. Y conozco y reconozco este choque, porque además yo, en cierta medida, con mi decisión y mi acción lo he forzado.
Pero es que a pesar de saber que acabaría de esta manera, porque esta vez estaba más que previsto, decidí seguir adelante del camino. Decidí continuar hasta chocarme por algún tipo de motivo. Y la rabia ha engordado este muro contra el que me he chocado, pero a retazos voy viendo la luz tras este.
Y es que el buscar el choque, por una parte, puede ser kamikaze. Pero por otra parte puede ser querer luchar contra lo que se te viene encima. He preferido chocar para intentar romper lo que se interponía en mi camino. Lo que se interponía para poder continuar en el camino junto a esa persona como hasta ahora. Porque ese muro no era completamente frontal, sino también un poco de lateral. Muro que separaba dos caminos, que podía impedir continuar el camino junto a esa persona, sin estar atado a ella, sin ir agarrados de la mano, pero si poder caminar paralelos, viéndonos durante el trayecto y disfrutando de la presencia el uno del otro.
E intentando sacar la rabia, finalmente veo la luz tras ese muro. Veo que sigue habiendo camino, y que sigue estando mi acompañante. Veo que queda mucho por recorrer juntos. Veo que queda mucho por disfrutar el uno del otro. Y aunque, debido a la rabia, el muro no se haya derruido del todo, he conseguido abrir una ventana para que entre la luz que transmite la presencia de mi acompañante. Luz que me guiara y me dará fuerzas para terminar de destruirlo. LUZ QUE LLEVA POCO TIEMPO ILUMINANDO MI CAMINO PERO SEGURO LO SEGUIRÁ HACIENDO DURANTE MUCHO TIEMPO.