20/4/06

20/04/06 (03:25 – 03:55) - MI LADO OCULTO

Llevo mucho tiempo así pero desconozco que me ocurre. Intento evadir todos los problemas. Quiero llorar pero sonrío. Quiero gritar pero guardo silencio. Quiero parar esto pero estimulo a que continúe. Puede que ahora me propongo afrontar mi problema. Pero la primera duda es que no se cual es mi problema. Me encuentro desganado, inactivo; siento miedo, impotencia; me veo cansado y desechado. Me desecho a mi mismo y no encuentro las causas, por eso prefiero evadir y no luchar.

Busco en mis adentros, pero nada sale. Todo, creo yo, esta en mi subconsciente muy oculto entre el bosque de mis pensamientos. Indirectamente yo mismo prefiero no darle mas vueltas a la cabeza para no sufrir. Pero a largo plazo me hace sufrir.

Intento una y otra vez mostrar mi cara agradable. Pero estoy engañando al mundo y a mi mismo. Intento buscar apoyos, y termino obsesionándome con ellos. Veo una ayuda en la mínima actuación, pero no reclamo socorro a quien me lo pueda dar. Por mucho que actúo de manera contraria a como me siento para intentar evadirme vuelve mi pescadilla a morderse. Esa es la solución más sencilla, pero nunca la más factible y beneficiosa.

Puede que sean los estudios, o las amistades o falta de cariño especial. Ese cariño especial que tanto ansío. Me estoy centrando demasiado en encontrar a alguien que me quiera que estoy dejando de lado el resto de cosas. No le doy importancia al resto de cosas que me ocurren alrededor, al resto de cosas que debería prestar atención. Encontrar alguien que me quiera se esta convirtiendo en mi único objetivo. No paro de caminar y tropezar, levantarme, volver a caminar y tropezar de nuevo. Me estoy equivocando demasiado al obsesionarme con esto, pues solo centro mis actuaciones con el único objetivo de conseguir eso que tanto ansió, alguien que me quiera. Y lo peor de todo, es que delante de mí pueden pasar mil y una oportunidades, o mil y una cosas interesantes, que me las estoy perdiendo solo por buscar un objetivo, alguien que me quiera.

Puedo parecer agobiante y repetitivo. Y todo el mundo pensara que ya tengo a amigos y mi familia que me quieren. Pero yo no busco ese querer. Yo ansío el querer que se asemeja al amar. Quiero amar y ser correspondido. Quiero compenetrarme, tener alguien especial al lado de mí en los buenos y malos momentos. Ansío amar, pero quiero saber que se siente al ser amado. Y lo ansío tanto por envidia. Envidia sana de las personas que aprecio o que comienzo a conocer. Parece que el resto del mundo tiene las cosas mas fáciles de conseguir que yo. Y hay aparece el preguntarme porque es así. Y mi respuesta suele ser la misma una y otra vez, el físico.

Se que centro mi vida y pongo como culpa de todos mis males a esto. Pero el resto del mundo no me da razones para pensar que pueden ser otras cosas. Todo el mundo que me intenta ayudar me da soluciones difusas. Así que de esta forma no me ayudan demasiado. Y no quiero mostrar compasión, ni culpabilizar a terceros. Pues yo en ocasiones también soy el primero que se deja guiar por el físico. Pero lo que me diferencia de muchos es que me percato de mi fallo y lo enmiendo.

Actualmente lo que mas me preocupa es que no se como saldré de esta. No se si me servirá de algo el haber escrito de nuevo. Pero lo que también ansío y espero es que sepa acabar con esto, aunque deba retroceder todo el camino mal recorrido.

8/4/06

08/04/06 (21:50) - PRESENTACION DE MI MISMO

Me predispongo a realizar algo que me gusta. Pero no sé ni cómo comenzar ni que intento mostrar. Miles de pensamientos rondan por mi cabeza y se sienten liberados, pero mis sentimientos siguen enjaulados. Por ellos busco maneras de poder abrir la jaula de mis sentimientos para que vuelen hacia vuestros oídos. Soy un autentico especialista en esconderme sin saber guardar silencio y amigo inseparable de los bullicios que forman las ideas. Por ello lucho día tras día en esta gran obra de teatro que es la vida, que no permite ensayos y, desde mi punto de vista, se resiste a cerrar el telón. No sé si seré optimista pensando que conseguiré los deseos que busco, pero sí que sé que no soy un pesimista porque no tengo una excusa. 
Para conseguir todos los objetivos que me marco intento aprovechar eficazmente lo que el pasado me enseña. Y pienso siempre que el pasado está en mis pies, el futuro en mi cabeza y el presente en mis manos. Con estas ideas sé que soy yo el que debo manejar el presente, para así luchar por unos principios personales, porque vivir con unos conseguidos por los demás no tiene merito alguno. El principal consejo que me doy, para que no decaer en esta lucha diaria, es que nunca he de tirar la toalla porque luego tendría que lavarla. Y si necesito una herramienta para realizar todo esto, puedo utilizar el sentido común, que es el menos común de los sentidos.
Puede que mi punto de vista sea un poco utópico. Pero dos personas pueden mirar la misma cosa y ver algo totalmente diferente. Tengo claro que si quiero comprender gran cantidad de cosas que ocurren en esta sociedad es más necesario estudiar a esta que a los libros, pues estos últimos simplemente tienen coherencia dentro de un contexto sociocultural concreto. Por otra parte, tengo aceptado que soy un ser social, y que debemos vivir en ella a nuestro pesar. Y añadir que, como soy una célula más de un cuerpo social, aborrezco el aislamiento, pero necesito mis momentos de soledad.
En muchas ocasiones, al intentar luchar por algo, tengo miedos. Pero debo vencerlos para que la vida siga abierta a nuevas experiencias. Por eso, en determinadas ocasiones, dudo si el recuerdo conoce cuales son las cosas que pertenecen al olvido. Porque siempre aparece el miedo cuando menos lo espero y necesito.
He de indicar que me he tropezado más de una vez, pero no estoy deprimido. Porque si estuviera deprimido como la mitad de los mortales no sabría sonreír. Por esto es posible que siempre me veáis con una sonrisa en mi rostro. A parte que pienso que en la comisura de unos labios sonrientes es donde mueren unas lagrimas de tristeza.
Como conclusión diré que muchos me consideran un loco por el mero hecho de que busco el progreso, ya que me encuentro insatisfecho con lo que hay. Estoy insatisfecho con lo normal, esa ficción estadística meramente instrumental. Además creo que contradecir la “normalidad” no es tan malo, pues en la contradicción esta la evolución. Pero, lo peor de todo, es que en mi lucha por el progreso me ha tocado y me tocará esperar en sitios no muy confortables al resto por haberme adelantado en el camino o haber cogido uno diferente. Pero seguro que en esta espera estarán mis amigos, porque aunque conocen mis límites ellos buscan también mi progreso.