2/9/08

02/09/08 (02:08 – 02:23) - DE VUELTA A LA REALIDAD

Tras unos días ya volví a la realidad. Y es que aunque no lo pareciera no estaba donde tenía que estar. Estaba viviendo todavía lo ocurrido como si estuviese ocurriendo en el mismo contexto donde todo comenzó. Todavía estaba viviendo las sensaciones y lo que sentía con la misma intensidad con la que lo viví al comienzo. Esa intensidad que era un error en sí mismo y provocaba otros errores. Y yo creo que eso era lo que me faltaba para relajarme del todo, para aclararme. Necesitaba ubicarme, darme cuenta que ya no estaba en el mismo lugar, ni con las mismas personas, ni realizando lo mismo. Ahora estaba en otro momento diferente y debía adaptarme a la situación.

Aunque no lo parezca yo me encontraba como viviendo el Mito de la Caverna de Platón. Pero con alguna diferencia. Yo me encontraba dentro de una caverna en la que he vivido algo de manera muy intensa. Esto que viví me agrado demasiado, y hacia mucho que no lo vivía ni lo sentía. Pero esto era completamente real, no había engaños. Yo sentía algo y era completamente cierto. Y lo sigo sintiendo. La similitud con el mito es que estaba como introducido en una caverna y necesitaba salir de la intensidad en la que se vive todo dentro de esta caverna.

El viaje de regreso a la realidad ha sido duro. He tenido que nadar luchando contra corriente, subir una gran cantidad de escaleras muy empinadas, escalar por paredes muy resbaladizas, para finalmente poder salir. Por suerte he recibido ayuda para dar el último saltito a la realidad, para salir de la caverna. Y esto lo digo ahora, tras haberme percatado que podría dar la impresión de menospreciar los apoyos recibidos. He de decir gracias a todas esas personas que me han tendido una mano para que saliese definitivamente y volviese a la realidad. Sin ellos, aunque sus consejos no me hayan gustado en cierto momento, creo que el viaje hubiera sido más largo y duro todavía.

También he de decir que ha ayudado mucho para poder salir de mi cueva el hecho de haber tenido que cambiar de contexto por ciertas circunstancias. Haber acudido a la universidad para hacer exámenes, encontrarme con personas que hacía tiempo no veía, hablar de otros temas… Todo esto ha hecho que me haya podido incluso reír de lo ocurrido. He podido dar un toque de humor a todo lo que hace unos días me estaba rebotando en la cabeza y me llenaba las manos de dudas y porqués.

Con todo esto, puedo decir ahora mismo que ya he vuelto a la realidad. Salí definitivamente de mi caverna. Todo esto no quita que yo no siga pensando en lo sucedido. Por supuesto que sigo pensando en esa persona y sigo sintiendo lo que sentía. Los sentimientos no se van de un día para otro. Y menos cuando estos son unos sentimientos muy agradables de vivirlos. Seguiré pensando y reflexionando sobre todo lo ocurrido para intentar aprender para el futuro. Porque si no lo hago puede que vuelva a tener que pasar lo mismo en el futuro. Y puede que la próxima vez no tenga tan fácil volver a la realidad. Pero AHORA PUEDO TOMARME LAS COSAS CON MAS TRANQUILIDAD PARA ASÍ MEDITAR QUE DECISIÓN QUIERO ELEGIR.

1/9/08

01/09/08 (00:45 – 01:06) - ERRORES

Las dudas siguen rebotando. Y para intentar paliar estas dudas la solución que ahora mismo busco es encontrar mis errores. Se de ciencia cierta que he cometido errores. Hay algo en lo que me he equivocado y eso ha cambiado el rumbo de las cosas. O quizá no. Nunca se sabe. Pero cuando se tiene la sensación de haberse equivocado uno busca dar solución a sus errores para no volverlos a cometer, aunque en muchas ocasiones no cumplamos esto. Hay veces que llego a pensar en que encontramos placenteros el tropezarnos con la misma piedra por enésima vez, a pesar que conozcamos donde está ubicada y sepamos lo dura que va a ser la caída.

Quizá el primer error que he cometido es el mismo de siempre. Cuando me encuentro con unos sentimientos agradables hacia otra persona la impulsividad vence el combate a mi razón y mi tranquilidad, y me dejo llevar. Y me dejo llevar demostrando fervientemente lo que siento, porque estoy orgulloso de sentirlo, porque me gusta sentirlo. Lo demuestro con palabras. Lo demuestro con actos. Lo demuestro con gestos. Lo demuestro. Sin darme cuenta no paro de demostrarlo. Me da igual el momento o el lugar ya que no pienso, solo suelto. Y ese soltar continuamente sentimientos puede ser perjudicial porque puede llegar a agobiar a la otra persona. A la gente, en general y salvo excepciones, le apabulla que alguien le demuestre continuamente sentimientos, sobre todo si son agradables. No sé qué miedo hay a esta situación pero existe. Yo he de decir que estaría encantado de recibirlos. Y si me agobiasen pues hablarlo para encontrar el punto medio donde ambas personas se encuentren a gusto. La verdad es que no se si en esta ocasión eso ha ocurrido, pero tengo la sensación de que si y este es uno de mi mayores pesos actualmente.

Otro error que se me viene a la cabeza es sobre conocer a la otra persona. He de decir que yo no conocía a la otra persona. Y la situación en la que la conocí hacia vivir todo con más intensidad. Esto puede confundir mucho. Además el hecho de no conocerla puede que haya provocado que yo haya malinterpretado muchos gestos, actuaciones o palabras suyas. Y esta malinterpretación puede haber sido la que mas perjuicio me haya provocado, porque he podido creer en algo que quizá no existía. Y podido llegar a pensar que ella podía sentir algo. He presupuesto sentimientos suyos y no me he dado cuenta que eran meras presuposiciones. Y estas no sirven de nada por si solas. Las presuposiciones hay que verificarlas en la medida de lo posible, porque si no van a ser demasiado perjudiciales.

Siguen rondando los errores y me ha surgido uno nuevo mientras escribía. El error de vivir las cosas con la intensidad del momento. Cuando te encuentras conviviendo con una persona las 24 horas del día, compartiendo todo tipo de cosas, todo se vive con una intensidad especial y diferente. Se magnifica todo lo que ocurre, sobre todo con el paso de los días. Se magnifica lo malo y lo bueno. Y esta vez he magnificado lo bueno, cometiendo así ese error. He vivido demasiado intensamente los días que he pasado junto a esa persona, y unido al error anterior, ha podido provocar unas consecuencias nefastas. Y lo que más rabia me da de todo esto es que no es la primera vez que me ocurre esto. También es una piedra con la que ya he tropezado en otras ocasiones. Así que otra piedra más en el camino a la que estar atento.

Más errores inferiores siembran de dudas mi cabeza. Esta el error de que lo que dije no lo dije correctamente. También el error a que me precipite. Por otro lado nace el error a que me confié demasiado. Sigue creciendo el error sobre mis miedos y mi inseguridad. Demasiados errores que resolver. Demasiados errores contra los que luchar. Demasiados errores de los que aprender. ME QUEDA POR RECORRER MUCHO CAMINO REFLEXIONANDO Y ACEPTANDO TODOS ESTOS ERRORES.