9/12/08

09/12/08 (04:58 – 05:16) - VOMITANDO UN POCO DE AMOR

Resulta curioso, se acercan unos días que personalmente no me gustan por diversas circunstancias pero añoro y deseo algo con muchas fuerzas. Añoro y deseo que mis oídos reciban esas bonitas palabras: "TE QUIERO".



Añoro y deseo oírlas quizá porque ahora mismo deseo sentirme querido. Deseo sentir eso que ya casi olvide, pero que no del todo porque sino no lo añoraría, que ocurrió hace algo más de dos años. Deseo tener una relación de pareja para poder oír esas palabras y sentirme muy querido, muy amado. Pero sobre todo creo que también deseo poder expresar todo el amor que se está acumulando en mí porque creo que incluso se está pudriendo poco a poco. Y lo mejor que puedo hacer ante esta situación es vomitarlo.



El amor que siento por ciertas personas no puede ser culminado y poco a poco este se está acumulando. Poco a poco va formando una bola alrededor de mi corazón que va a terminar consiguiendo que este estalle. Creo que ya he tenido un pequeño momento en el que esto ocurrió y fue en finales de agosto. Intento estallar, aunque yo creía que lo había hecho de manera definitiva, pero no lo consiguió. No consiguió tampoco culminar y siguió acumulando capas a mi corazón. Cada vez mi corazón se parece más a una cebolla. Y ahora mi "cebolla" esta en un punto de cociéndose a punto de llegar a la ebullición y hacer que estalle.



De todo esto me he percatado porque de nuevo me he sentido especialmente cercano y receptivo hacia la persona que más amo en este mundo. Es que me ha hecho "sufrir" tanto pero que la sigo amando. De nuevo busco situaciones para tener momentos íntimos, de cercanía, en el que pode expresar mi amor y cariño. Pero me percato que con esa piedra ya tropecé hace un tiempo y que sería demasiado absurdo volver a hacerlo porque eso diría poco de mi aprendizaje y de mi inteligencia. Si volviese a tropezar esta vez sería totalmente responsabilidad mía ya que sé que si paso hay seguro me caeré, no habrá posibilidad de pasar sin tropezar, ni saltar la piedra. Pero en determinados momentos es complicado controlar ese impulso que te lleva a querer pasar por ese bello sendero en el que sentir y expresar todo el amor que llevo dentro, guardado.



Y lo negativo de todo esto es que por no querer tropezar con la piedra que antes mencione voy buscando caminos alternativos donde poder sentir lo mismo. Y estoy seguro que mis ansias y mi añoranza me llevara a decidirme a recorrer ese camino alternativo sin darme cuenta que también existe una piedra con la que tropezaría, incluso pudiéndose ver esta desde el comienzo del camino. Pero también estoy seguro que si arriesgo y consigo oír un hermoso "TE QUIERO" tendré un momento de felicidad plena y me sentiré orgulloso de lo que conseguí. Y por ello también estoy seguro que en algún momento intentare recorrer al camino aunque sepa que me voy a tropezar, y me sentiré orgulloso de al menos haber intentado saltar este obstáculo.

2/9/08

02/09/08 (02:08 – 02:23) - DE VUELTA A LA REALIDAD

Tras unos días ya volví a la realidad. Y es que aunque no lo pareciera no estaba donde tenía que estar. Estaba viviendo todavía lo ocurrido como si estuviese ocurriendo en el mismo contexto donde todo comenzó. Todavía estaba viviendo las sensaciones y lo que sentía con la misma intensidad con la que lo viví al comienzo. Esa intensidad que era un error en sí mismo y provocaba otros errores. Y yo creo que eso era lo que me faltaba para relajarme del todo, para aclararme. Necesitaba ubicarme, darme cuenta que ya no estaba en el mismo lugar, ni con las mismas personas, ni realizando lo mismo. Ahora estaba en otro momento diferente y debía adaptarme a la situación.

Aunque no lo parezca yo me encontraba como viviendo el Mito de la Caverna de Platón. Pero con alguna diferencia. Yo me encontraba dentro de una caverna en la que he vivido algo de manera muy intensa. Esto que viví me agrado demasiado, y hacia mucho que no lo vivía ni lo sentía. Pero esto era completamente real, no había engaños. Yo sentía algo y era completamente cierto. Y lo sigo sintiendo. La similitud con el mito es que estaba como introducido en una caverna y necesitaba salir de la intensidad en la que se vive todo dentro de esta caverna.

El viaje de regreso a la realidad ha sido duro. He tenido que nadar luchando contra corriente, subir una gran cantidad de escaleras muy empinadas, escalar por paredes muy resbaladizas, para finalmente poder salir. Por suerte he recibido ayuda para dar el último saltito a la realidad, para salir de la caverna. Y esto lo digo ahora, tras haberme percatado que podría dar la impresión de menospreciar los apoyos recibidos. He de decir gracias a todas esas personas que me han tendido una mano para que saliese definitivamente y volviese a la realidad. Sin ellos, aunque sus consejos no me hayan gustado en cierto momento, creo que el viaje hubiera sido más largo y duro todavía.

También he de decir que ha ayudado mucho para poder salir de mi cueva el hecho de haber tenido que cambiar de contexto por ciertas circunstancias. Haber acudido a la universidad para hacer exámenes, encontrarme con personas que hacía tiempo no veía, hablar de otros temas… Todo esto ha hecho que me haya podido incluso reír de lo ocurrido. He podido dar un toque de humor a todo lo que hace unos días me estaba rebotando en la cabeza y me llenaba las manos de dudas y porqués.

Con todo esto, puedo decir ahora mismo que ya he vuelto a la realidad. Salí definitivamente de mi caverna. Todo esto no quita que yo no siga pensando en lo sucedido. Por supuesto que sigo pensando en esa persona y sigo sintiendo lo que sentía. Los sentimientos no se van de un día para otro. Y menos cuando estos son unos sentimientos muy agradables de vivirlos. Seguiré pensando y reflexionando sobre todo lo ocurrido para intentar aprender para el futuro. Porque si no lo hago puede que vuelva a tener que pasar lo mismo en el futuro. Y puede que la próxima vez no tenga tan fácil volver a la realidad. Pero AHORA PUEDO TOMARME LAS COSAS CON MAS TRANQUILIDAD PARA ASÍ MEDITAR QUE DECISIÓN QUIERO ELEGIR.

1/9/08

01/09/08 (00:45 – 01:06) - ERRORES

Las dudas siguen rebotando. Y para intentar paliar estas dudas la solución que ahora mismo busco es encontrar mis errores. Se de ciencia cierta que he cometido errores. Hay algo en lo que me he equivocado y eso ha cambiado el rumbo de las cosas. O quizá no. Nunca se sabe. Pero cuando se tiene la sensación de haberse equivocado uno busca dar solución a sus errores para no volverlos a cometer, aunque en muchas ocasiones no cumplamos esto. Hay veces que llego a pensar en que encontramos placenteros el tropezarnos con la misma piedra por enésima vez, a pesar que conozcamos donde está ubicada y sepamos lo dura que va a ser la caída.

Quizá el primer error que he cometido es el mismo de siempre. Cuando me encuentro con unos sentimientos agradables hacia otra persona la impulsividad vence el combate a mi razón y mi tranquilidad, y me dejo llevar. Y me dejo llevar demostrando fervientemente lo que siento, porque estoy orgulloso de sentirlo, porque me gusta sentirlo. Lo demuestro con palabras. Lo demuestro con actos. Lo demuestro con gestos. Lo demuestro. Sin darme cuenta no paro de demostrarlo. Me da igual el momento o el lugar ya que no pienso, solo suelto. Y ese soltar continuamente sentimientos puede ser perjudicial porque puede llegar a agobiar a la otra persona. A la gente, en general y salvo excepciones, le apabulla que alguien le demuestre continuamente sentimientos, sobre todo si son agradables. No sé qué miedo hay a esta situación pero existe. Yo he de decir que estaría encantado de recibirlos. Y si me agobiasen pues hablarlo para encontrar el punto medio donde ambas personas se encuentren a gusto. La verdad es que no se si en esta ocasión eso ha ocurrido, pero tengo la sensación de que si y este es uno de mi mayores pesos actualmente.

Otro error que se me viene a la cabeza es sobre conocer a la otra persona. He de decir que yo no conocía a la otra persona. Y la situación en la que la conocí hacia vivir todo con más intensidad. Esto puede confundir mucho. Además el hecho de no conocerla puede que haya provocado que yo haya malinterpretado muchos gestos, actuaciones o palabras suyas. Y esta malinterpretación puede haber sido la que mas perjuicio me haya provocado, porque he podido creer en algo que quizá no existía. Y podido llegar a pensar que ella podía sentir algo. He presupuesto sentimientos suyos y no me he dado cuenta que eran meras presuposiciones. Y estas no sirven de nada por si solas. Las presuposiciones hay que verificarlas en la medida de lo posible, porque si no van a ser demasiado perjudiciales.

Siguen rondando los errores y me ha surgido uno nuevo mientras escribía. El error de vivir las cosas con la intensidad del momento. Cuando te encuentras conviviendo con una persona las 24 horas del día, compartiendo todo tipo de cosas, todo se vive con una intensidad especial y diferente. Se magnifica todo lo que ocurre, sobre todo con el paso de los días. Se magnifica lo malo y lo bueno. Y esta vez he magnificado lo bueno, cometiendo así ese error. He vivido demasiado intensamente los días que he pasado junto a esa persona, y unido al error anterior, ha podido provocar unas consecuencias nefastas. Y lo que más rabia me da de todo esto es que no es la primera vez que me ocurre esto. También es una piedra con la que ya he tropezado en otras ocasiones. Así que otra piedra más en el camino a la que estar atento.

Más errores inferiores siembran de dudas mi cabeza. Esta el error de que lo que dije no lo dije correctamente. También el error a que me precipite. Por otro lado nace el error a que me confié demasiado. Sigue creciendo el error sobre mis miedos y mi inseguridad. Demasiados errores que resolver. Demasiados errores contra los que luchar. Demasiados errores de los que aprender. ME QUEDA POR RECORRER MUCHO CAMINO REFLEXIONANDO Y ACEPTANDO TODOS ESTOS ERRORES.

31/8/08

31/08/08 (22:38 – 23:10) - UN PUÑADO DE DUDAS Y PORQUES

Solo en casa. Sin ganas de hacer nada. Aburrido. Teniendo que estudiar. Época de exámenes. Cosas sobre las que pensar y reflexionar. Necesidad de hablar y soltar. Demasiados factores que combinan de muy mala manera en estos momentos. Creo que me ha pillado una situación inesperada en el peor momento para que apareciese. El despertar de los sentimientos parece que está siendo acompañado por unas bajas y oscuras nubes que tapan la gran luz que estos pueden llegar a dar. Mi alma dice basta a pesar del cansancio. Ni siquiera salen lágrimas a pesar que mi corazón está llorando.

El corazón ha explosionado y ahora además me han atado de pies y manos y me han tapado la boca. Todo lo que intente hacer o decir puede ser demasiado perjudicial para mi persona, para lo que quiero, para lo que busco. Entiendo lo que me dicen, entiendo lo que me están haciendo, pero no comprendo porque se produce. No comprendo porque siendo yo, actuando como pienso hago algún mal.

Tengo la gran necesidad de hablar para arreglar ciertas cosas que hice o dije. Siento que si no hablo no puedo explicarme porque dije o hice eso. Y si no me explico siento que no voy a conseguir lo que busco. También tengo la necesidad de oír el porqué de algunas cosas que hicieron o dijeron otras personas. Porque también siento que si no recibo esas explicaciones no voy a llegar a comprender la situación para valorar hacia qué camino tirar.

Por esto, yo, ante la situación vivida, quiero hablar y explicarme. Y quiero que me den explicaciones, si no es mucha molestia por supuesto. Porque de esa manera podre decidir qué camino tomar de una manera más sencilla y segura. Y de esa manera podremos, ambas partes, hacer el camino de una manera más agradable y placentera. HACER EL CAMINO DISFRUTANDOLO, como a mí siempre me ha gustado hacerlo.

Por otra parte se que no tengo ningún derecho a obligar y presionar a la otra persona a que me de esas explicaciones que yo tanto ansío. Porque la otra persona es la que tiene que decidir si quiere hacerlo teniendo en cuenta que quiere ella conseguir con esa actuación. Y yo, por mucho que sienta lo que siento, no puedo condicionarla. Ni tampoco quiero. No me gusta la idea de condicionar a nadie por lo que yo pueda sentir. Yo no quiero hacer sentir nada a nadie. La otra persona tiene que sentir lo que ella sienta sin temores. Y tiene que expresarlo cuando ella decida.

También me corroen por dentro, me rebotan y me siembran de dudas la cantidad de diversos consejos que he recibido. Por una parte que actué y hable. Por otra que aclare las cosas. Por otra que luche por lo que quiero. Por otra que deje las cosas como están. Por otra que actué con normalidad. Por otra… Y así un sin parar que han hecho que me vuelva aun más loco de atar. Y al final, tantos consejos diferentes y contrarios los unos de los otros han hecho todo lo contrario de lo que deberían porque no me he aclarado y encima he terminado liándome aun más. Quizá yo también he cometido el error de querer pedir consejo a muchas personas. Y que estas personas vieran o hayan visto la situación desde diferentes puntos de vista. Y quizá también me he equivocado pidiendo consejo a persona que quizá no me conocen del todo. No sé. Tantos consejos me han generado dudas, pero también tengo dudas sobre si son buenos los consejos. Demasiadas dudas, unas detrás de otras. Dudas que al final creo que no me llevan a ninguna parte. DUDAS QUE SOLO SE DISIPARAN CUANDO YO, POR MI MISMO, CONSIGA ACLARARME, DECIDA QUE HACER, ACTUE Y ACEPTE LAS CONSECUENCIAS.

30/7/08

30/08/2008 (02:14 – 02:34) - EXPLOSION DE SENTIMIENTOS


Todo vuelve. Los sentimientos que uno creía perdidos en lo más lejano del alma pueden volver sin uno darse cuenta. Cuando uno creía tener guardados con llave, código secreto y en cámara acorazada unos sentimientos de pronto llega una bomba que hace explotar todo esto por los aires. Y entonces los sentimientos vuelven a salir a la luz. Vuelven a nacer en el mismísimo corazón. Y lo peor de esta explosión es que si uno no la tenía prevista, si viene sin avisar, puede hacer mucho daño. Por muy buenos que sean los sentimientos. Y es que lo que me hace de nuevo escribir tras muchos meses de sequia es que mi corazón ha sufrido un atentado.

Los sentimientos que han renacido de sus cenizas son sentimientos bellos: enamoramiento, cariño, alegría… Pero como el ave fénix, estos sentimientos son de fuego, y jugar con ellos puede provocar quemaduras. No sé de momento de que grado son estas quemaduras, lo que único que sé es que las sufro. Y todo por querer ser yo mismo, por mostrar los sentimientos, por permitir que terminasen de salir a la luz ya que mi corazón había explotado.

No me puedo quitar de la cabeza la idea de si el ser sincero respecto a tus sentimientos hacia otra persona puede llegar a ser perjudicial. Quizá lo entiendo pero no comprendo porque puede no ser beneficioso. Yo siempre he pensado que no hay nada más valioso que las personas muestren con sinceridad lo que sienten, sin miedos, sin tapujos, puesto que para mí son una de las válvulas que hacen funcionar el motor de nuestra alma, de nuestra vida.

La explosión de sentimientos ha venido provocada de nuevo por una persona que he conocido recientemente. Y esta vez no es como en alguna otra anterior, que asociaba sentimientos por un deseo irrefrenable de sentir eso. No. Esta vez los sentimientos son ciertos y sinceros. Y los reconozco porque tras 2 días de reflexión me he dado cuenta que son como los recordaba. Son iguales que aquel bonito recuerdo que ya viví en tan solo tres ocasiones. Es ese sentimiento de sentirte identificado con la otra persona. De sentir admiración por esa persona. De sentir una confianza extraña a pesar de casi no conocerla.

Ahora la situación es que esa persona sabe lo que yo siento, pero no se lo que ella siente. Creo, o mejor dicho quiero, imaginármelo. Pero en los sentimientos uno no puede manejarse con imaginaciones o creencias. Hay que manejarse con certezas. Y estas certezas se consiguen con gestos, actuaciones, momentos, pero siempre acompañados de unas palabras. Unas palabras que certifiquen lo que la otra persona cree o imagina. Porque si no vivirá en una ilusión continuada de sentimientos que le pueden llevar a demasiados errores. Y esos errores pueden hacer demasiado daño.

Y llegados al punto en el que me encuentro, yo habiendo demostrado y dicho mis sentimientos y no conociendo con exactitud los de la otra persona, ¿Qué puedo hacer? ¿Esperar quizá? ¿Seguir intentando que el barco en el que me he montado zarpe de una vez por todas? La primera opción me disgusta y me perjudica porque puede hacerme mucho daño. La segunda es la que menos me disgusta pero podría perjudicarme porque podría disgustar a la otra persona. Así que ninguna me aporta un beneficio seguro. Tengo que arriesgarme a tomar una decisión con una alta posibilidad de perdidas. Tengo que eliminar una y mi razón está demasiado indecisa porque el corazón está mostrando todas sus cartas. Quizá la solución este en el punto medio, pero desconozco cuál es ese punto medio. Lo mejor que puedo hacer es arriesgarme a tomar una decisión pero, ante todo, TOMAR ESTA DECISION CON TOTAL SEGURIDAD.

26/2/08

26/02/08 (15:23 – 15:45) - DIOS vs MENDIGO

Creo que por primera vez voy a escribir por matar el tiempo. Casi nunca lo había hecho, pero me apetecía hacerlo porque tenia tiempo y me pareció una alternativa deliciosa para disfrutar. Y pensando en sobre que hablar y escribir, si supuestamente no tengo ningún tema que ahora mismo me de vueltas, recordé una frase que escuche el otro día que me gusto mucho. El pasado jueves, en el programa de Buenafuente, el Gran Wyoming (que fue como invitado para ser entrevistado), dijo una frase que incitaba a reflexionar. La frase decía lo siguiente: “el hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona”. Quizá a simple vista sea una frase sencilla y sin mucho sentido. Pero me he propuesto sacarle hasta la ultima gota del jugo que tiene interiormente, el significado latente de esta frase.

En primer termino, la primera parte me parece pletórica, porque tiene una relación directa con la religión. La imagen y el concepto de Dios se creo para soñar que existe un ser superior que todo lo abarca y todo lo puede. Que tiene un poder incontable. Y el hombre siempre ha soñado ser un dios. Y cuando soñamos estamos siendo dioses porque creemos que tenemos el poder de conseguir lo que queramos, en el momento que queramos y como queramos. Queremos y soñamos ser dioses porque el acto de decidir se nos facilita, porque tenemos todos los horizontes abiertos, porque podemos ver todas las posibles alternativas. Porque, en general, nos facilita la vida y el transito del camino.

Por otra parte nos encontramos que la frase nos indica que si nos ponemos a reflexionar, a pensar y meditar, lo que tenemos, lo que somos y lo que deseamos nos percatamos que siempre es menos de lo soñado, menos de los buscado. Nos encontramos que no somos dioses en vida en este preciso instante, sino que tenemos solo un pequeño rinconcito donde cobijarnos, que somos nosotros mismos. Nos percatamos que constantemente necesitamos estar pidiendo algo, deseando algo porque sino la vida quizá no tuviera sentido. Nos convertirnos en vagabundos y mendigos, y perdemos todo lo que soñamos.

Para mi lo importante de todo esto es que no nos percatamos que no en solo nosotros mismos tenemos cobijo, que tenemos mas cosas de las que quizá nos demos cuenta. Todos poco a poco, al recorrer el camión que transitamos estando vivos, vamos creando rinconcitos en otras personas, y vamos consiguiendo poco a poco logros. Vamos haciéndonos un hueco en el corazón y en el recuerdo de muchas personas. Y que gracias a eso ya somos un poco dioses, porque habremos conseguido abarcar mas allá de nuestro ser, de nuestros limites. Porque habremos conseguido estar en otros lados aunque no estemos presentes. Porque habremos conseguido ampliar nuestro campo de visión y actuación. Porque habremos conseguido quizá ser un dios para otros. Y no hay motivo más grande y fuerte que conseguir esto para seguir reflexionando.

Y es que con todo esto, reflexionando, me percato que siempre me he denominado un vagabundo mental. Y esto que escribo son mis reflexiones. Y ES QUE INCLUSO ENTRE LAS REFLEXIONES DE UN VAGABUNDO MENTAL SE PUEDE ATISBAR UN PEQUEÑO APICE DE SUEÑO DE SER UN DIOS PARA MI MISMO Y PARA OTROS MUCHOS. CREO QUE ALGO DE CAMINO YA HE RECORRIDO EN LA BUSQUEDA DE ESTE SUEÑO, PERO AUN ME QUEDA MUCHO POR ANDAR Y PIENSO DISFRUTAR DEL TRAYECTO.

19/2/08

19/02/08 (03:11 – 03:38) - REGRESO TRAS LA SEQUIA

Curioso ¿verdad? De nuevo como otras veces, a altas horas de la noche, no podía dormir. Y es que miles de ideas chocan cada vez que me acuesto. Y últimamente no hago mas que recordar tiempos pasados. ¿Y porque me pasa esto? Porque me siento extraño ante tanta estabilidad. Si, es curioso. Tengo estabilidad emocional, y parece que añoro algo de movimiento. Yo he notado mucho esta estabilidad en algo muy significativo, y es que hace casi 5 meses que no escribía. Yo creo que nunca tuve una sequia de tinta durante tanto tiempo. Parece que sobresature la capacidad de mi potencial, gaste toda la tinta de mi bolígrafo y decidí parar en seco. Y lo cierto es que en todo este tiempo hubo muchos motivos para volver a sacar el bolígrafo a funcionar y abrir el dique de la tinta, para sacar a la luz mis emociones. Pero algo interiormente me freno a hacerlo. Y es que da la impresión que me empecé a percatar de otra alternativa de ver lo que me ocurria, y esa alternativa me aporto una estabilidad en mi jamás conocida por mi.

En primer termino, justo casi al mismo tiempo que escribí mi anterior vez, decidí abandonar una parte de mi vida muy importante en mi camino. Decidí que quiera comenzar a caminar a otro ritmo que esa parte. Y esa parte era Antares. Tras mas de 2 años y medio caminando paralelos, siendo mi motivación y una parte muy importante de mi vida tuve que tomar una decisión drástica ante ciertas circunstancias. No me gustaba demasiado elegir la alternativa de abandonar por las condicionantes por los que lo hice. Pero era la alternativa que quería, prefería, elegía y decidía. Y todo para que a pesar de comenzar a caminar a otro ritmo, de vez en cuando tuviese la oportunidad de pararme y desviarme para poder saber de ellos, de todas esas personas que tanto me importaban. Porque como ya he dicho mil y una veces, sin todos los que han caminado junto a mi desde esa posición yo no seria quien soy ni estaría donde estoy.

Otro hecho que ocurrió después fue el comienzo universitario. O mas bien podría llamarlo reencuentro, porque volvía a las lides de las clases, a verme rodeado de apuntes y libros, a preocuparme por tener que aprender de forma seria y tener que demostrarlo. Y creo que esto ultimo fue lo que cambio esta experiencia respecto a la anterior etapa similar. Al comenzar una nueva etapa universitaria me plantee muchas dudas, puesto que tenia que pretender no cometer los errores del pasado en la medida de lo posible. Y con esto además tenia la completa certeza de que no quería agobiarme en con el tema de notas y demás puesto que pensaba que no tenia que demostrar nada a nadie. Y fue este segundo factor el que incidió más fuerte a la hora de tomarme el “reencuentro” con otra forma de actuar, con otra filosofía. Me propuse aprender de la experiencia en general, tanto del estudio de teorías y temas a través de las asignaturas, como de lo que ocurría a mí alrededor con el propio contacto con la gente. Quería vivir y disfrutar de la “vida universitaria”. Y solo quería que todo lo que ocurriese durante el tiempo que permaneciese en la universidad, y que comenzaba en ese justo instante, fuese una etapa mas de mi camino. Y quería disfrutarlo al máximo observando todo lo que me rodeaba para aprender de todo lo que me ocurría.

Y ahora, algo mas de 4 meses después, tengo la certeza que esta idea la estoy llevando a cabo al máximo, que puedo decir que en este poco tiempo he aprendido una gran cantidad de cosas nuevas, he disfrutado de los momentos que han ido aconteciendo, y gracias a esto, y a la gente que se ha cruzado en mi camino (de los que muchos espero que sigan caminando junto a mi durante un largo periodo), es por lo que tengo una estabilidad emocional tanto deseada desde hacia tiempo. GRACIAS A MI MISMO Y A LOS QUE SE CRUZAN EN MI CAMINO.