18/11/05 (01:51 – 02:11) - LA CAPACIDAD DE NUESTRO DISCO DURO

Otro día más en nuestras vidas. Otro día más con muchos aprendizajes obtenidos. Pero ¿realmente sacamos provecho de ellos? Por lo que yo puedo observar creo que no. Cada día seguramente podríamos asimilar millones de datos en nuestras cabezas. Podríamos como un ordenador almacenar millones de bits que aunque creyésemos que no sirven para nada, seguramente podría proporcionarnos alguna ayuda en algún momento. Nuestros cerebros son capaces de almacenar tantos o mas bits que el disco duro con mas capacidad que podamos imaginar. Pero no lo aprovechamos. Tenemos una fuente de información a la que acudir cuando le necesitáramos pero no hacemos uso de ella. ¿Por qué?

Yo creo que en la propia pregunta podríamos encontrar parte de nuestra respuesta. En ocasiones recibimos gran cantidad de información a lo largo de un día, por lo que la que no nos llega a interesar en ese preciso instante intuitivamente la desechamos, la enviamos a la papelera de reciclaje y la elimínanos definitivamente al final del día. Es nuestro propio cerebro el que desecha información por el mero hecho de que nosotros le indicamos que no nos interesa.

Esto podría ser bueno, pero hasta cierto punto. Porque en muchas ocasiones estamos tan cerrados en ideas o pensamientos, estamos tan controlados por sentimientos, que bloqueamos la entrada de información al cerebro sin percatarnos que en diversas ocasiones esta puede llegar a sernos de gran utilidad en el presente, o en un futuro no muy lejano.

Es por esto mismo por lo que yo creo que eliminamos de nosotros mismos el instinto de aprendizaje que todos tenemos. Eliminamos esa curiosidad por aprender de las pequeñas cosas que existen alrededor nuestra o se dan lugar día a día en nuestro entorno casi sin percatarnos. Podemos llegar a sorprendernos a nosotros mismos de nuestra capacidad de aprendizaje, memorización e interpretación, pero no nos interesa por lo que eliminamos toda esa información “inútil” al final del día de la que creemos que no daremos uso a lo largo de nuestra vida.

Mis ideas indican que todos deberíamos intentar optimizar nuestra capacidad cerebral. Todos deberíamos desarrollar nuestras capacidades de aprendizaje, memorización e interpretación solo con el simple hecho de llamar la atención de nuestra curiosidad. La curiosidad, ese deseo a averiguar o saber cosas desconocidas, es nuestro mayor estandarte para aprender día a día y de las pequeñas cosas que nos rodean.